Mar, 20, 2014
| Blackmagic

Las opiniones, aunque en su mayoría favorables, son muy variadas. Así que encargamos dos reseñas completamente independientes sobre este nuevo y muy importante producto. Aquí dejamos la segunda, por parte del experimentado cineasta Phil Rhodes.
Antes de comenzar, tenemos que ponernos de acuerdo. Este acuerdo consiste en reconocer el hecho de que la Blackmagic Production Camera es un dispositivo muy pequeño y servicial, y el hecho de que es muy rentable. Así que en caso de que escriba algo no tan positivo sobre esta cámara, quiero que asumas que las palabras “…Pero es realmente barata” van justo después de eso. Ya que la Production Camera tiene un precio extremadamente competitivo, pero aún así. sorprendentemente, es muy probable que sea una mejor cámara que muchos esfuerzos de otros fabricantes para construir una cámara 4K de cine a costos mucho más elevados.

Inmediatamente en casa.
Cualquiera que haya usado a su hermana 2.5K, inmediatamente se sentirá como en casa, debido a la ergonomÍa, la interfaz de usuario, su comportamiento en general es tan parecido a el modelo anterior que no hay mucho de que hablar. Los menús, se encuentran en el estilo distintivo de Blackmagic, gris y naranja, con una opción para seleccionar entre salidas 6Gbps quad HD o 3Gbps HD. Una advertencia del display es que es muy difícil de usar bajo luz brillante, así que definitivamente necesitas tener un EVF con un ocular, o terminaras bajo una tela oscura como un viejo fotógrafo Victoriano. Hay un par de cuadros de retraso en la salida SDI y por lo tanto es importante encontrar un EVF que tenga un mínimo retraso interno. El downscale en la salida HD es de calidad razonable e incluso puedo imaginar circunstancias donde escogería grabar raw en la cámara y algo más en un grabador externo. Esto tal vez permita un flujo de trabajo online-offline, aunque la cámara no parece sacar el timecode por SDI en la forma en que un Atomos Samurai Blade pueda reconocer y por lo tanto se requeriría otra resolución.

La distribución física es, una vez mas, muy difícil de diferenciar con respecto al otro modelo. El chasis parece diseñado para imitar a una DSLR y se acomoda casi sin problemas en la mano, aunque la gran masa del chasis de metal de la cámara (casi seis libras con un zoom Sigma 24-105 f4) hace de esto una aplicación a corto plazo en el mejor de los casos. Como es conocido con la versión 2.5K, para un trabajo serio se necesita tener un rig para mejores resultados, extender la vida de la batería a algo más razonable, entre otras cosas. El display táctil es claramente de tipo capacitivo, con una excelente respuesta, permitiendo realizar operaciones como deslizar el control de nivel de audio.

Audio
El audio desafortunadamente es lo primero de lo que tenemos que hablar. Nadie espera realmente que el micrófono interno sea de mucho uso, pero aunque no tuve mucho tiempo para hacer pruebas de laboratorio, los preamps en las entradas jack están lejos de ser los mejores y cualquier usuario serio tendrá que invertir para mejorarlo. No hay poder phantom, lo cual a este precio, es razonable, pero tampoco hay medición de audio de ningún tipo, lo cual no es tan razonable, especialmente ya que ha sido el caso en todas las demás cámaras de esta marca.. Ya que estamos hablando en las cosas que faltan, tampoco hay indicación de cuánto espacio queda en disco. Esto también ha sido el caso en productos previos de Blackmagic (la cinema y la pocket así como el Hyperdeck Shuttle) así que no creo que nadie deba de comprar esta cámara con la presunción de que pronto se corregirá este detalle. El indicador de la batería cambió de 75% a 10% y regreso a 75% en un periodo de 15 seg, lo que lo hace poco confiable, afortunadamente la mayoría de las aplicaciones usan poder externo y usarán el interno como un adaptador hotswap. El consumo de energía es de 1.7amps a 12V (20W) cuando se carga la batería, y cerca de 2.1amps (24W) cuando esta activa, lo cual esta bien para una cámara 4K.

HFS+ y exFAT
Como sus primas pequeñas, la Production Camera no tiene opción de formatear discos en la cámara, aunque debo decir que esta me parece una opción un poco peligrosa en cualquier flujo de trabajo de todas formas. La cámara soporta HFS+ y exFAT, la decisión está entre un filesystem mas moderno y confiable ó el exFAT que es universalmente compatible. Cualquiera que desee grabar 4K raw necesita invertir en un almacenamiento veloz, tal vez el recién anunciado “enthusiast grade” serie 730 de Intel que son ajustados individualmente para mayor velocidad en la fábrica. La cámara puede usar SSDs de 9.5mm o de 7mm, aunque los de 7mm bailaran ruidosamente en la bahía SSD dañando potencialmente el conector SATA, a menos que se use el plástico que viene con muchos de los SSD. La reproducción es sencilla, incluyendo reproducción downsampled vía 3Gbps SDI de clips 4K, aunque la cámara solo reproducirá archivos grabados con la tarifa de cuadros que se encuentre configurada en ese momento. Debido a que no hay una lista de archivos, solo un botón de previo y siguiente, esto puede provocarte un susto al pensar que el SSD por alguna razón está vacío, pero no entres en pánico, solo selecciona el frame rate correcto e inténtalo de nuevo. No por nada en la parte baja de la imagen se muestra la configuración actual de la cámara, no la configuración en la cual el film fue grabado.

Las imágenes por supuesto son muy nítidas, y los usuarios deben tener cuidado con que lente van a usar con esta (y cualquier otra) cámara 4K. La diferencia entre el Sigma 24-105 f4 zoom y un Tamron 28-300 f3.5-6.3 menos costoso fue visible hasta f8 en una forma que no es tan obvia en cámaras 1080p. Esto es especialmente para personas que vienen de cámaras como la Canon EOS 5D Mk II, que nunca fue capaz de llenar una imagen 1920×1080 con la información correcta; lentes que funcionan bien ahí, tal vez te avergüencen en una producción 4K.




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